Este día, jueves, 4 de junio de 2009, ha sido un día importante en nuestro Capítulo general, pues era el día señalado para la elección del Ministro de toda la Orden. Ya desde el sábado anterior, con la vigilia de Pentecostés –celebrada desde el caer de la tarde hasta la media noche-, hemos venido preparando este acontecimiento, en lo esencial, con un clima de oración. El día de Pentecostés, junto a la venida del Espíritu, y como no queriendo faltar a la cita; más aún, como un nuevo símbolo de la purificación necesaria para “tener el Espíritu del Señor y su santa operación”, nos ha visitado la hermana agua, en forma de una lluvia suave y persistente, que ha refrescado el ambiente y nos ha hecho gozar de la frescura y la fragancia de la primavera de Asís.
Esta mañana Francisco se ha puesto de nuevo a los pies y en los brazos de la Iglesia, en la persona del Señor Cardenal José Saraiva –enviado de su Santidad el Papa Benedicto XVI- iniciando la jornada con la celebración de la eucaristía, presidida por el Señor Cardenal. “El Señor os dé la paz”. Así ha comenzado sus palabras en la homilía, recordando que era el saludo que Francisco amaba. Y que la razón de iniciar la jornada de esta manera está en “beber del manantial que brota de la Eucaristía, para vivir también el acto formal y oficial de la elección del Ministro colmados de la gracia del Espíritu Santo”. En efecto, nosotros somos conscientes de que nuestro actuar brota de nuestras reflexiones, discernimientos y compromisos, pero tiene como suelo donde hunde sus raíces una actitud de fe y confianza en Dios, “sumo bien, todo bien, el bien total”. El fruto de esta actitud es un amor incondicional a la creación entera, sostenida en el amor de Dios, recreada en el amor de la criatura el hombre. Y eso somos nosotros. “Esta es vuestra vocación, esta es vuestra misión, y éste –incluso- el tema de vuestro Capítulo general” –nos ha recordado el Señor Cardenal.
Reunidos en asamblea todos los hermanos capitulares, en representación de todos los hermanos de todas las entidades de la Orden, habiendo procedido según lo establecido, hemos elegido –mejor reelegido- como Ministro y siervo de toda la Orden, por seis años, a Fr. José Rodríguez Carballo. Sea con él la fuerza del Espíritu para acompañar, como cabeza, la misión de la Orden en nuestro tiempo.
Los hermanos del Convento de La Porciúncula nos han invitado en este señalado día a compartir su mesa, abundante de manjares y rebosante de alegría fraterna. El Ministro general, en unas palabras de agradecimiento a su Santidad en la persona del Señor Cardenal, y a toda la orden representada en los allí presentes, ha recordado que la vocación y misión de la Orden se realizará siempre en la Iglesia y desde la Iglesia. Una vez más, Francisco ha prometido obediencia y reverencia al Señor Papa, y de él ha recibido la misión de llevar al mundo, con alegría y sencillez, la Paz y el Bien.
Fr. Saturnino Vidal Abellán, ofm
4 de junio de 2009
Esta mañana Francisco se ha puesto de nuevo a los pies y en los brazos de la Iglesia, en la persona del Señor Cardenal José Saraiva –enviado de su Santidad el Papa Benedicto XVI- iniciando la jornada con la celebración de la eucaristía, presidida por el Señor Cardenal. “El Señor os dé la paz”. Así ha comenzado sus palabras en la homilía, recordando que era el saludo que Francisco amaba. Y que la razón de iniciar la jornada de esta manera está en “beber del manantial que brota de la Eucaristía, para vivir también el acto formal y oficial de la elección del Ministro colmados de la gracia del Espíritu Santo”. En efecto, nosotros somos conscientes de que nuestro actuar brota de nuestras reflexiones, discernimientos y compromisos, pero tiene como suelo donde hunde sus raíces una actitud de fe y confianza en Dios, “sumo bien, todo bien, el bien total”. El fruto de esta actitud es un amor incondicional a la creación entera, sostenida en el amor de Dios, recreada en el amor de la criatura el hombre. Y eso somos nosotros. “Esta es vuestra vocación, esta es vuestra misión, y éste –incluso- el tema de vuestro Capítulo general” –nos ha recordado el Señor Cardenal.
Reunidos en asamblea todos los hermanos capitulares, en representación de todos los hermanos de todas las entidades de la Orden, habiendo procedido según lo establecido, hemos elegido –mejor reelegido- como Ministro y siervo de toda la Orden, por seis años, a Fr. José Rodríguez Carballo. Sea con él la fuerza del Espíritu para acompañar, como cabeza, la misión de la Orden en nuestro tiempo.
Los hermanos del Convento de La Porciúncula nos han invitado en este señalado día a compartir su mesa, abundante de manjares y rebosante de alegría fraterna. El Ministro general, en unas palabras de agradecimiento a su Santidad en la persona del Señor Cardenal, y a toda la orden representada en los allí presentes, ha recordado que la vocación y misión de la Orden se realizará siempre en la Iglesia y desde la Iglesia. Una vez más, Francisco ha prometido obediencia y reverencia al Señor Papa, y de él ha recibido la misión de llevar al mundo, con alegría y sencillez, la Paz y el Bien.
Fr. Saturnino Vidal Abellán, ofm
4 de junio de 2009
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