jueves, 30 de abril de 2009

Crisis o Tiempo de Renovación






Querid@s Herman@s: ¡El Señor resucitado os dé la paz!
Estamos en tiempo de crisis, aunque quizá sea mejor decir que nadamos en la crisis que nos ha tocado vivir. Crisis en la economía, crisis en la política, crisis religiosa, crisis de identidad, crisis en la familia, crisis de valores, crisis globalizada. Así se manifiesta la crisis de nuestro tiempo.
Dice Jesús que ha venido a poner el mundo en crisis. La crisis provoca desmantelamiento de estructuras, vacío de poderes, oscurecimiento de identidades. La crisis es, por consiguiente, una oportunidad para crear estructuras nuevas, descubrir servicios nuevos, afrontar nuevos retos, buscar nuevas identificaciones, resituar de nuevo los valores… Es decir, la crisis lleva en sí misma la propuesta de la novedad. ¿No será ahora la ocasión de una nueva oferta de los carismas de la vida religiosa a nuestra sociedad? ¿No estará el Señor invitándonos a hacer un ofrecimiento abierto, valiente, arriesgado, de nuestras vidas? ¿No abre la Resurrección un camino nuevo para la humanidad?
La novedad tiene aroma de primavera, vigor de juventud, pasión de primer amor. “No tengáis miedo”, vamos a escuchar reiteradamente en la liturgia del tiempo pascual. A lo largo de este tiempo la presencia resucitada del Señor nos invita a adentrarnos un poco más en el camino del discipulado. La presencia del Señor nos dona la paz, su paz, no la que se construye sobre el miedo, sino la que se sustenta en el servicio. La presencia del Señor resucitado llena de alegría la vida, en un abrazo de esperanza que la pone en camino hacia su plenitud. La Resurrección convoca a la misión, a la siembra ilusionante que germinará como futura cosecha. La paz, la alegría y la misión que son, a un tiempo, actitudes, objetivos y esperanzas del discípulo de Jesús.
Fr. Saturnino Vidal Abellán, ofm
Ministro Provincial-Provincia Franciscana de Cartagena

jueves, 23 de abril de 2009

Capítulo de las Esteras



Durante los días 15 al 18 de abril se ha celebrado en Asís, cuna de la familia franciscana, un encuentro de los frailes franciscanos de la primera Orden, Observantes, Capuchinos y Conventuales, se ha llamado al encuentro “Capítulo de las Esteras”, en recuerdo de la primera gran concentración que llevo a cabo San Francisco de todos los hermanos de la Orden franciscana.

Este año se celebra el 800 aniversario de la aprobación papal de la Regla de los Hermanos Menores. No es de extrañar que a lo largo de los años pasados en los que se ha venido preparando esta celebración, se haya hablado de la refundación de la Orden, como un buscar nuestra situación en medio de la sociedad, y sobre todo, que podemos ofrecer los franciscanos a la gente de hoy en día, siendo Iglesia y llevando a Cristo desde nuestra identidad franciscana.

Creo que dentro de las buenas conclusiones que se pueden sacar del “Capítulo de las Esteras” una de ellas podría ser las palabras que nos dirigió Su Santidad Benedicto XVI, en la audiencia que tuvo con la familia franciscana: a San Francisco Dios le pidió que reforzará la Iglesia que amenazaba ruina, a nosotros se nos pide que ayudemos a construir a las personas que se encuentran vacías, sin valores, ayudemos a reforzar a la persona humana, no la abandonemos a su suerte, y en nuestra ayuda puedan descubrir el rostro paterno de Dios.

domingo, 19 de abril de 2009

Sede Vacante


Mucho se va a hablar en los próximos días ante la situación de gobierno en la que se va a encontrar la diócesis de Cartagena, una vez que el próximo sábado 25 de abril, D. Juan Antonio Reig tome posesión de su nueva sede episcopal.

Para evitar confusiones y clarificar conceptos decir lo siguiente. Conforme el Código de Derecho Canónico ante el traslado de un Obispo y una vez que toma posesión de su nueva diócesis, la diócesis vacante será gobernada por un Administrador diocesano. Dicho Administrador diocesano lo nombra el Colegio de Consultores (órgano de gobierno que existe en la diócesis formado por un número entre seis y doce sacerdotes elegidos del Consejo presbiteral) y ellos, en el plazo de ocho días, tras serle notificada la sede vacante, elegirá un sacerdote para que gobierne la diocesis.

Este Administrador diocesano tiene los deberes y goza de la potestad que tiene el Obispo diocesano a excepción de aquellas actuaciones reservadas al Obispo por el Código.

Si queda claro que vacante la sede, nada debe innovarse, prohibiéndose que se lleve a cabo cualquier acto que pueda perjudicar a la diócesis.

El Administrador diocesano debe residir en la diócesis y cesa en su cargo cuando el nuevo Obispo toma posesión de su diócesis.

Ahora bien, todo lo anterior queda en suspenso si la Santa Sede hubiese designado otra cosa.

Por lo tanto, evitese hablar de Administrado apostólico y sepamos que en cinrcunstancias normales el gobierno de la diocesis lo tomará un Administrador diocesano.

Sí podemos afirmar que si se nombra un Administrador por parte de la Santa Sede, el nuevo Obispo tardará en ser nombrado, y podremos suponer que hay problemas diocesanos que superan el conflicto con la UCAM, si el Administrador diocesano es un sacerdote afirmaríamos que el nombramiento del nuevo Obispo está próxima.

miércoles, 15 de abril de 2009

Nueva Ley de Libertad Religiosa


Al final de la mañana, y tras la resaca en la ciudad de Murcia de la celebración del Bando de la Huerta, nos encontramos con la noticia dada por una de las vicepresidencias del gobierno, que se empezará a tramitar una nueva Ley de Libertad Religiosa (la anterior data del año 1980).

Es una urgente necesidad en España que se remodele esta Ley, todos los españoles verán en esta nueva ley la solución a sus problemas. Porque en España cuando se trata de desviar la atención a los problemas reales que acucian a la sociedad, lo más utilizado es el meterse con la Iglesia Católica.

Que nadie piense que esta Ley vendrá a ser más justa con las religiones minoritarias (judíos, musulmanes...), y que si la Iglesia católica se queja es porque teme perder sus privilegios. Quien así opina (y basta con mirar algunos blogs de cierto prestigio) están muy equivocados, este gobierno no pretende defender las minorías sino ocultar los problemas de una sociedad con más de cuatro millones de parados, con verdaderas necesidades a nivel educativo, con una ruptura social cada vez mas grave y un desprestigio internacional colosal.

No se trata tampoco de pensar que se persigue a la Iglesia, se trata más bien de olvidar que en España la religión mayoritaria, de momento, sigue siendo la católica, y no se puede igualar sólo en derechos, sino también en obligaciones.

De nuevo corresponde a los católicos el ser coherentes en su testimonio y demostrar que los problemas sociales de nuestra España no se solucionan con leyes que limiten el culto.

domingo, 12 de abril de 2009

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!


Llegó la primavera y con ella resurgió la vida a través de una naturaleza que irrumpe con fuerza proponiendo, como cada año, un festival de olores y colores.

Algo así ocurre a los cristianos cuando, un año más, llega la Pascua, pasamos del invierno a la primavera, de la muerte a la Resurrección. Este acontecimiento no es un simple hecho histórico que quedó anclado en el pasado, sino que se sus efectos se repiten cada vez que celebramos la pasión, muerte y resurrección de Jesús. La Pascua, que actualizamos en cada eucaristía, trae consigo, como ocurre con la primavera, una vida nueva para los cristianos. Igual que el tiempo influye en nuestro ánimo, así también la celebración de la Pascua nos alienta un año más para renovar con fuerza nuestra fe y nuestra vida. ¡Feliz Pascua a todos!


Fr. Fco. Javier López Cerdán, ofm (Revista Iglesia Hoy)

jueves, 9 de abril de 2009

Triduo Santo



En tiempos de crisis profunda tanto a nivel económica, social, moral, algo nos recuerda que en un tiempo de nuestra vida nos hablaban de Alguien que siempre estaba a nuestro lado, que nos quería, y nos disponemos a rezarle.
Todo ello lo vivimos en estos días, lo triste es cuando ante el paso del Cristo queremos rezar y al abrir la boca nos damos cuenta que no sabemos decir palabra. Se nos ha olvidado rezar, y el corazón se nos llena de angustia, pasa el Cristo o la Madre Dolorosa y no sabemos rezarle, y cuando el llanto y el dolor nos inunda, es entonces cuando sentimos la mano que nos acaricia, y que nos recuerda que no estamos solos, que él nunca nos dejó.

Por eso vivimos estos días de un modo especial y recordamos lo que Cristo ha vivido y ahora lo vivimos nosotros.

El Jueves Santo recordamos a Cristo instituyendo el día del Amor fraterno, donde servir al sencillo no es una obra de caridad sino un gesto de amor a un hermano que está a nuestro lado, donde el corazón nos recuerda que lo importante no es tener sino ser, ser hijos de un mismo Padre.


El Viernes llega el dolor, ese dolor que tenemos nosotros y que alguién dio su vida por nosostros, haciendo del sin sentido un sentido glorioso, pero sobre todo recordamos a esa Madre que llora lo que le hacen a su hijo unos aprovechaos, aquellos que hasta hace poco estaban a su lado. Es a Ella a la que pedimos y ella con sus ojos llenos de lágrimas nos mira y nos llena de la paz de un corazón que ama y que nos siente como hijos.


En la Noche Santa la Resurrección es la esperanza hecha vida, la ilusión convertida en realidad, donde no volvemos a ser lo que eramos sino que resucitamos a la Vida nueva.


Feliz Pascua de Resurrección.

sábado, 4 de abril de 2009

Semana Santa

DE LA CENA A LA CRUZ. La muerte libre y obediente de Jesús
Lorenzo Zani
Ed. San Pablo
Madrid 2008

VÍA CRUCIS DE MARÍA. Caminando con la madre de Jesús.
Irma Pfeifer
Ed. San Pablo
Madrid 2009
No cabe duda que nos encontramos en la Semana Mayor de la Vida de los cristianos, es la gran preparación al gran misterio Pascual, a la celebración de la muerte y resurrección del Señor. Para ayudarnos a ésta preparación, y sobre todo descubrir su verdadero significado de salvación, os invito a leer estas dos obras, sencillas pero a la vez llenas de valores y de esperanza.

La primera nos invita a caminar con Jesús desde la Última Cena y sus palabras y gestos en ella, donde Jesús nos insiste que todo lo hace por nosotros y lo que es más importante con nosotros, por ello cada uno de nosotros debemos examinarnos y mostrar en nuestra vida la muerte de lo viejo y prepararnos desde el perdón de los pecados a la resurrección.

Nos dice el autor que la Eucaristía no es un memorial de muerte sino de vida, la celebración debe ser motivo de esperanza al recibir a Cristo vivo, no muerto, porque el Padre es un Dios de vivos.
Toda celebración eclesial lleva consigo el compromiso, el servicio a los más pequeños, representado en el lavatorio de los pies; concluye el libro con la parte central la muerte de Jesús, no un castigo sino una decisión libre y sobre todo obediente, cada elemento que meditamos en Viernes Santo, el autor nos lo va desgranando para descubrir la entrega de amor que Jesús y Dios Padre hacen por nosotros, se observa la cercanía del Padre y como nosotros debemos aprender a confiar en él.

Termina esta obra con la imagen dolorosa de Nuestra Madre, y nos sirve para presentar este vía crucis, en el que de un modo sencillo vamos contemplando cada una de las estaciones de la oración cristiana, reflexionando desde el dolor y el amor infinito de una madre que ve sufrir a su hijo y en él a cada uno de nosotros. Debemos recuperar las buenas tradiciones cristianas y una de ellas es rezar el vía crucis, este librito nos servirá y mucho para alcanzar una actualidad siempre presente de esta oración de acompañamiento y mirada interior que cada uno de nosotros, debe hacer y practicar en este tiempo de Semana Santa.