lunes, 20 de julio de 2009

Nuevo Obispo en Murcia


Hoy nos hemos encontrado con el nombramiento del nuevo obispo de la Diócesis de Cartagena, desde la sierra de Alcaraz, en Masegoso donde me encuentro de vacaciones no puedo dejar de escribir unas líneas para alegrarme de su llegada como Pastor a la diócesis a la que pertenece por nacimiento y ministerio sacerdotal.

Conocí a D. José Manuel en mi primer destino en Lorca, cuando él era Vicario episcopal de aquella zona, siempre me llamó la tención su dedicación a los sacerdotes de Lorca y su entorno, siempre estaba cercano a ellos a sus vicisitudes y sus alegrías.

Por ello, creo que es el mejor Obispo que podía llegar a la Diócesis, el anterior Pastor se despedía pidiendo a su clero que se mantuviesen unidos, ahora llega un conocedor de este clero y con una gran tarea la de hacer del clero de Murcia un clero unido, un clero diocesano. Si alguien puede llevar a cabo esa tarea desde luego no es otro que D. José Manuel.

Me alegro con su venida y me alegro sobre todo porque deseo y rezo para que sea un buen Pastor para el pueblo diocesano de Murcia, y sobre todo para que sea quien una y supere los partidismos que otros habían sembrado y que dividían una diócesis grande y con un gran potencial de fieles que viven su fe.

lunes, 13 de julio de 2009

Estos del fútbol están locos



Quien me conoce sabe de mi pasión por el fútbol, me gusta, me divierte y los colores del Albacete Balompie los he llevado allá donde he ido, sin llegar a hacer locuras ni tonterías, pero orgulloso de mi equipo.


Pero lo que este verano estoy viendo, me hace pensar que o bien el mundo está loco, y estos del balompie están mucho peor.


La última noticia es que los señores de la FIFA van a prohibir las prácticas religiosas o para ser más exactos los gestos religiosos a los jugadores, que vaya escándalo provocaron los jugadores de la Selección Nacional de Brasil, cuando ganaron el último título, los cuales agrupándose en el centro del campo dieron gracias a Dios por la victoria conseguida. ¡Todo un alarde de fundamentalismo!. Y no olvidemos al jugador del Sevilla c.f. Kanouté que cuando marca un gol eleva sus oraciones a Ala, porque es musulmán. No creo que ningún aficionado nervionense se haya escandalizado.


Sin embargo, estos señores de la FIFA, consideran que mezclar fútbol con religión es fundamentalizar, perdón por la palabra, el deporte. Se olvidan estos señores que quien juega al fútbol o se divierte viéndolo no puede quitarse ni la cabeza ni sus sentimientos, no son máquinas, son personas, y en la alegría o la adversidad muestran lo que son. Y si nos empeñamos en decir que el fútbol debe fomentar el trabajo en equipo, educar en los valores, enseñar al niño a no verse superado por la frustración de la derrota, todo ello debe ayudar a que el niño supere el individualismo y el egoísmo.


La religión, tener fe no hace mal al deportista, todo lo contrario le ayuda a respetar al contrario, y eso es lo que se debe fomentar. Estos del fútbol se vuelven locos y hacen que a uno se le frene el gusto por el fútbol, y acabemos echando en falta las eras donde jugábamos cuando eramos críos.

martes, 7 de julio de 2009

ENCUENTRO FRANCISCANO DE FAMILIAS


En esta época del año son muchas las actividades que se llevan a cabo con niños y jóvenes, que si campamentos, actividades urbanas, incluso esquiar en el centro de Madrid.

Lo importante es que se sepa que se hacen, así el reclamo publicitario llega a los límites de proponer un campamento sin Dios. No se el éxito que habrá tenido, pero desde luego no han sido nada originales, porque tanta insistencia en hacer cosas sin Dios es la fiel demostración de no poderse quitar a Dios de la cabeza.

Pero yo os voy a hablar de una actividad que se va a llevar a cabo a lo largo del próximo fin de semana, para ser exactos del 10 al 13 de julio en un paraje rural cercano a Cehegín (Murcia). Es un encuentro de familias.

Es importante que nos mentalicemos que no se trata de mandar a los niños y jóvenes a entretenerse y dejar a los padres unos días tranquilos. Se trata que padres e hijos, algún año hasta abuelas han venido, compartan una experiencia distinta. Compartir con otras familias el quehacer diario, jugar en el monte, y bañarse en la balsa o el río, sin todas las medidas de salubridad posible, pero con todo el cariñó y las ganas de divertirse del mundo. Pero sobre todo la de rezar en familia, orar todos los días y celebrar juntos la Eucaristía. Y ello sin prisas saboreando la presencia y el amor de Dios Padre en el amor de unos padres a sus hijos y de sus hijos con los padres. Descubrir que vivir, educar, compartir y rezar son elementos de una misma vida que se aprende en familia y desde la familia se da al resto de la sociedad.

Todo ello en un ambiente propio franciscano, espontáneo y a la vez bien preparado y organizado. Que sean unos días muy familiares y el próximo año en lugar de 20 familias sean más las que se quieran unir.