Cuando uno se deja caer por estas tierras romanas, parece que la cristiandad cambia de color y las vicisitudes que se viven en nuestra España, se relativizan, porque el tiempo y las cosas son eternas, como la ciudad, y no hay que agobiarse por lo que está pasando, pues todo pasará.
Esto cuando te encuentras visitando Congregaciones y despachos te saca un poco de los nervios, pero o lo asumes o te lanzas al Tiber, las cosas de palacio siempre con calma. Pero después Roma te encandila con sus calles, sus monumentos y el precio anterior está bien pagado.
Dos cosas he encontrado en Roma estos días que merecen la pena, la primera el Curso de actualización de Derecho Matrimonial y Procesal Canónico que ha organizado la Facultad de Derecho Canónico de la Santa Cruz. Las facultades españolas deberían aprender a organizar estos actos, no creo que sea tan difícil traer a los ponentes, y hacer conferencias interesantes y sobre todo con un contenido serio y práctico. Después se podrá estar de acuerdo o no con las conclusiones pero no se puede negar la calidad y la organización de las mismas.
La segunda cosa es un libro, “Attacco a Ratzinger”, escrito por dos vaticanistas de prestigio donde se hace un análisis de los ataques que está recibiendo el Papa Benedicto XVI. No se le acaba de perdonar que un Papa que debía ser de transición, esté afrontando serios compromisos a los que la Iglesia no daba una respuesta contundente.
Todo se inicia con el discurso en Ratisbona, el levantar la pena de excomunión a los obispos lefebvrianos, con Williamson negando el holocausto, el viaje a África, la pedofilia, todas las críticas recibidas en los días previos al viaje a Gran Bretaña.
Los autores vienen a analizar que la situación no es nueva, ya le pasó a Pio XII, si bien fue tras su muerte, y sobre todo a Pablo VI tras la encíclica "Humanae vitae", que provocó que el Papa pasase muchos años sin publicar una nueva encíclica.
Esto cuando te encuentras visitando Congregaciones y despachos te saca un poco de los nervios, pero o lo asumes o te lanzas al Tiber, las cosas de palacio siempre con calma. Pero después Roma te encandila con sus calles, sus monumentos y el precio anterior está bien pagado.
Dos cosas he encontrado en Roma estos días que merecen la pena, la primera el Curso de actualización de Derecho Matrimonial y Procesal Canónico que ha organizado la Facultad de Derecho Canónico de la Santa Cruz. Las facultades españolas deberían aprender a organizar estos actos, no creo que sea tan difícil traer a los ponentes, y hacer conferencias interesantes y sobre todo con un contenido serio y práctico. Después se podrá estar de acuerdo o no con las conclusiones pero no se puede negar la calidad y la organización de las mismas.
La segunda cosa es un libro, “Attacco a Ratzinger”, escrito por dos vaticanistas de prestigio donde se hace un análisis de los ataques que está recibiendo el Papa Benedicto XVI. No se le acaba de perdonar que un Papa que debía ser de transición, esté afrontando serios compromisos a los que la Iglesia no daba una respuesta contundente.
Todo se inicia con el discurso en Ratisbona, el levantar la pena de excomunión a los obispos lefebvrianos, con Williamson negando el holocausto, el viaje a África, la pedofilia, todas las críticas recibidas en los días previos al viaje a Gran Bretaña.
Los autores vienen a analizar que la situación no es nueva, ya le pasó a Pio XII, si bien fue tras su muerte, y sobre todo a Pablo VI tras la encíclica "Humanae vitae", que provocó que el Papa pasase muchos años sin publicar una nueva encíclica.
Sin embargo, los ataques actuales son mucho más duros y sin llegar a pensar en ningún momento en un complot contra el Papa sí se observa un ataque muy duro desde dentro de la misma Iglesia.
Estamos viviendo, así lo indican los autores, un tiempo de herejías silenciosas, dentro de la Iglesia que están provocando una situación entre los fieles de desestabilización en lo que debería ser los cimientos de la fe, sin lugar a dudas que cuando el Papa habla de coger los bastones contra los lobos sabe muy bien a que se refiere.
Los autores vienen a concluir que uno de los grandes problemas con los que se ha encontrado Benedicto XVI es la poca ayuda que recibe por parte de los que le rodean, han sido incapaces de apagar estos ataques, o al menos relativizarlos, antes que las llamas se hiciesen grandes. Todo ello como resultado de la perdida de sitio del mensaje cristiano en la sociedad y en los medios que sufre la Iglesia y que le va a costar recuperar. Han perdido la fluidez a la hora de trasmitir un mensaje, y la agilidad se ha convertido en lentitud de respuesta.
Es un libro verdaderamente apasionante y serio, espero que alguna editorial española lo traduzca y no quede reducido únicamente a estas tierras italianas.
Estamos viviendo, así lo indican los autores, un tiempo de herejías silenciosas, dentro de la Iglesia que están provocando una situación entre los fieles de desestabilización en lo que debería ser los cimientos de la fe, sin lugar a dudas que cuando el Papa habla de coger los bastones contra los lobos sabe muy bien a que se refiere.
Los autores vienen a concluir que uno de los grandes problemas con los que se ha encontrado Benedicto XVI es la poca ayuda que recibe por parte de los que le rodean, han sido incapaces de apagar estos ataques, o al menos relativizarlos, antes que las llamas se hiciesen grandes. Todo ello como resultado de la perdida de sitio del mensaje cristiano en la sociedad y en los medios que sufre la Iglesia y que le va a costar recuperar. Han perdido la fluidez a la hora de trasmitir un mensaje, y la agilidad se ha convertido en lentitud de respuesta.
Es un libro verdaderamente apasionante y serio, espero que alguna editorial española lo traduzca y no quede reducido únicamente a estas tierras italianas.
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