De la UCAM

No cabe duda que para aquellos que vivimos en la diócesis de Cartagena, la última decisión tomada por la Secretaría de Estado en relación a la controversia mantenida entre José Luis Mendoza, Presidente de la Fundación San Antonio con Monseñor Reig Pla, Obispo de la Diócesis, por el poder de la UCAM, no ha dejado a nadie indiferente.

Para algunos es un reforzamiento de la posición de un laico en la Diócesis que podrá seguir pavoneándose de su poder en la Iglesia, si alguien piensa esto está muy equivocado, la Iglesia no es un poder político y mucho tendrán que aprender los que así lo crean.

Efectivamente la Santa Sede ha apartado de toda responsabilidad al Obispo de la Diócesis, pero dar la jurisdicción canónica a la Nunciatura significa que los primeros pasos que se deben dar son el nombramiento de un auditor-vigilante de la fe y costumbres, así como la labor realizada en el campo pastoral.

No se da libertad de movimientos al Presidente de la Fundación sino más bien se le anuncia, que efectivamente la UCAM la puede el presidir, pero el título de católica, que es lo que verdaderamente la mantiene y le da sentido, pertenece a la Iglesia Católica y si no es fiel se le va a retirar con el daño que eso supondrá a su labor docente y económica.

El asunto UCAM no ha terminado, y tiene muchas más ramificaciones de lo que parece.