Estimados
amigos, os invito a leer este sencillo libro que
la serie minor de la Colección Hermano Francisco nos presenta.
El
autor es sobradamente conocido en el mundo de la espiritualidad franciscana
española, Fr. Francisco Javier Castro Miramontes ofm. Franciscano gallego, responsable del hogar San Francisco en Santiago
dedicado a la acogida de peregrinos y autor de bastantes libros que hemos
recomendado en estas páginas.
En
esta obra, el autor nos invita a releer los valores humanos desde la
perspectiva franciscana, enriquecida por la misericordia.
Es
un libro que debemos leer desde el mismo prólogo en el que una especialista en
medicina nos invita a encontrarnos con la siempre novedad franciscana que nos
lleva a sentir la misericordia siempre desde una bajamiento hacia la creación
en la que la premura del amor sea el motor del servicio y la atención del
hermano, sin buscar recompensa.
El
primer paso es entender la misericordia como un regalo, por ello San Francisco
siente la misericordia como esa presencia que le muestra la bondad del rostro
de Dios.
El
libro nos sigue mostrando los valores cristianos donde la misericordia, el
rostro de Dios se hace presente, y nos planteamos nuevamente, esos valores son
humanos, no cabe duda están presentes en la Ley natural, pero que a nadie se le
olvide que la revelación de Dios enriqueció al ser humano, por ello la fe
cristiana no es solo teoría sino pura práctica de amor, una forma de ser y
actuar.
Pero
la misericordia adquiere todo su sentido en el perdón y la reconciliación que pacifica
el alma y cura heridas internas, por ello los primeros discípulos de Jesús
viven desde una intensa fe y una vida de penitencia que les lleva a ser ejemplo
de reconciliación con los demás.
No
cabe duda que este libro nos enseña entre otras cosas a descubrir que nuestra
sociedad con todos sus avances tecnológicos sin embargo carecen, pero sin
ningún sentido trascendente, sólo vivimos en el presente, nuestras relaciones
con las demás personas y las criaturas cubren el momento actual cómodo y olvidadizo
de un futuro por construir. No hay en definitiva, esperanza y san Francisco nos
recuerda precisamente la necesidad de esa esperanza que no es otro sino Dios,
ante la crisis, ante el vacío existencial Dios lo llena dando un sentido a
nuestra vida.
En
definitiva, una obra en la que no sólo vemos la unión de la misericordia
franciscana con las palabras del Papa Francisco, sino que como ya nos dijo Fr.
Francisco Martínez Fresneda, ofm en su libro “La verdadera misericordia” en la
lectura y comentario de la Carta de San Francisco a un Ministro, donde san Francisco
de Asís nos interpela con su ejemplo a que radicalicemos nuestra vida en el
testimonio de la misericordia, seamos capaces de escuchar a nuestros hermanos y
desde la seriedad de la invitación al cambio de vida mostremos el rostro de
Dios a los hombres.
Termina el libro con el Cántico a
las Criaturas, un cántico de alabanza a esa presencia cierta del Señor que nos
lleva a una mirada fraterna hacia el mundo para cultivar el don y la actitud de
la misericordia.
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