Estimados lectores les voy a contar una historia que si
saliese en cualquier otro blog de información católica tendría una gran
repercusión pero que contado en este humilde blog franciscano se queda como un
relato breve.
A estas alturas a nadie le debe sorprender la inquietud
existente en el episcopado español ante los cambios que se anuncian próximamente
en las dos sedes españolas más importantes, por el número de católicos que no
por historia. Y a nadie le sorprende que el cambio no se haya producido ya toda
vez que es difícil elegir a un sucesor dentro del resto del episcopado español.
En medio de todo este ir y venir de rumores el lunes dio comienzo la Asamblea Plenaria del episcopado
español y no ha pasado desapercibido el movimiento de obispos visitando a otros
hermanos en el episcopado valorando las decisiones a tomar.
Tras estos preámbulos comienza el relato breve: el Papa
Francisco se ve en la necesidad de nombrar arzobispo para la diócesis de
Madrid, y muchos nombres salen a la palestra, pero mirando las entretelas uno
descubre que hay un arzobispo recientemente nombrado para un secretaría de
Congregación, con experiencia de gobierno, y hombre de confianza del Papa
Francisco y recomendado por su antecesor el Papa Benedicto XVI, del que curiosamente nadie habla.
Dicho arzobispo, a la sazón religioso también, es de la
misma tierra que el Cardenal Rouco y por lo tanto la Archidiócesis de Madrid
continuará con el acento gallego pero con las vestimentas que el Papa Francisco
quiere para la Iglesia. Además observamos que un diario nacional pero muy
asentado en Madrid el domingo previo a la celebración de la Asamblea Plenaria
del episcopado le dedica cuatro hojas, al menos curioso.
Si así fuese nos encontraríamos que las dos grandes diócesis
españolas estarían regidas por dos religiosos: un jesuita y un franciscano. En
ambos casos con una íntima conexión con Roma y la capacidad de ser Padres,
Pastores y Maestros en unas diócesis y una Iglesia necesitada, no de
revoluciones, pero sí de actualizaciones y con la necesidad de recuperar el
espacio perdido en la sociedad española.
Como digo es un relato breve pero, no nos invita la lotería a
soñar, pues soñemos que quien sueña vuela.
Paz y Bien, ojalá querido hermano eso se hiciese realidad. De todas formas, aquí en Madrid, lo que realmente nos preocupa es que Rouco se vaya ya. El que venga, no creo que pueda hacerlo peor.
ResponderEliminarBuenas tardes, me ha puesto muy contento su "sugerencia", quiera el buen Dios que sea una certeza y que podamos tener en Madrid un padre como fray Jose.
ResponderEliminarMe he tomado el atrevimiento de republicarlo en mi blog www.pazybien.es, espero no le moleste.
Aprovecho para pedirle la referencia de esa nota que menciona de cuatro paginas en un periodico nacional. No lo he visto y me gustaría leerlo.
Paz y Bien!
Gabriel gracias por difundir este relato, el diario es el ABC y fue el domingo 17
EliminarEstimado Miguel Ángel, no sé si tu narración es oración o premonición, en todo caso es un soplo de esperanza
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