Siempre abrir un libro de Juan José García Faílde nos tiene que llevar a saborear el mundo de la canonística y desear zambullirnos en el saber de los grandes maestros que fueron y nos han enseñado a no conformarnos en la reflexión sino siempre desear buscar respuestas nuevas a situaciones nuevas, desde parámetros ya establecidos.
Por ello le agradezco a la Universidad de San Dámaso la edición de esta obra en la que si hay un pero que ponerle, es el pretender que estamos ante un nuevo tratado de derecho procesal canónico.
El término nuevo puede llevar a confusión ya que las reformas que los dos documentos que se presentan como título de la obra y que el propio autor nos señala como reformadores no cambian en su totalidad ni siquiera en el 80 % el derecho procesal canónico, si bien es cierto, y no deberíamos caer en el error de no pensar que las reformas presentadas son novedosas e interesantes a la hora de aplicar el derecho procesal canónico desde la pastoral y la antropología cristiana.
El autor, repito, como docente experto en la materia, buen profesor y mejor comunicador, hace que esta obra se lea como si él mismo nos la estuviese explicando, lo cual hace que una terminología pesada y dura de seguir se haga comprensible. Ello lo observamos en la dedicación que el autor hace a aquellos elemento más importantes dentro del proceso y que necesitan de una reflexión y detenimiento mayor.
Así en la obra observamos, que todos los elementos preliminares a la admisión de la demanda son explicados breve, rápida pero no por ello, con menor profundidad por el autor, sabe que hay elementos que necesitarán de un mayor detenimiento y no amplia las páginas del libro sin necesidad.
Sin embargo, cuando entra el proceso en la admisión de la demanda dedicada mucho mayor espacio a explicar la tarea de los jueces, eclesiásticos, diocesano y el vicario judicial y los posibles adjuntos que puedan existir, si bien en la reforma que se está estudiando la necesidad del vicario judicial adjunto, si bien no es eliminado pero no queda claro su papel y sobre todo su necesidad.
Desde el estudio realizado por el profesor creo que hay un poco de desorden en la estructura del mismo, pero no es un elemento que haga perder la fuerza a lo que se dice, sin embargo el brevísimo capítulo dedicado al Obispo diocesano, demuestra que la obra no es sino la recopilación de los trabajos realizados por el autor a lo largo de su extensísima y bien llevada carrera a la que ha unido los artículos y cánones de los documentos reformadores. Es cierto que más adelante cuando analiza con detenimiento el motu proprio dedicada una mayor atención al papel del Obispo diocesano en los procesos breves, pero quizás hubiese sobrado este mini apartado en medio de los jueces y tribunales, quizás en el escrito original estuviese la idea de resaltar la figura de juez supremo de la diócesis que es el Obispo.
Todos los oficiales que participan en el proceso las acciones ordinarias y extraordinarias, son explicadas con las palabras de quien sabe hacerlas comprender dentro de la importancia que tienen para el buen desarrollo del proceso.
Importante y de agradecer es la parte dedicada a las diferentes pruebas que se pueden presentar en el proceso, y que serán en la mayoría de las ocasiones las que ayuden a alcanzar la certeza objetiva de la decisión última que los jueces o el juez deberán tomar.
Para el orden de la obra hubiera sido interesante que tras el capítulo dedicado a las pruebas, muy bien desarrollado como no cabría esperar otra cosa y antes de la publicación, valoración etc. de las mismas, hubiera sido interesante que el capítulo dedicado a la prueba testifical, pericias y otros tipos de pruebas hubieran tenido su sitio en la obra con anterioridad dándole un cuerpo más sistematizado a la misma.
Destacar el capítulo dedicado a la certeza moral requerida para administrar sentencia, ya afirmativa o negativa no sólo afirmativa, la misma certeza se ha de tener para una o la otra, capítulo muy bien desarrollado moral y filosóficamente, y añadiendo tanto lo que la Dignitas Connubii como el M.P. señalan al respecto, pero sigue sin dar respuesta a como alcanza la certeza el juez en el proceso breve, ya que si, como señala el autor, la certeza moral se puede alcanzar bien por el estudio de los autos, por la escucha de los testigos o la comprobación de las pruebas que se presenten, si el juez único, el Obispo diocesano, no ha tenido acceso a las mismas, queda un poco oscuro como alcanza esa certeza. No cabe duda que es un estudio que se deberá realizar a posteriori.
Por supuesto la parte más novedosa de la obra es el comentario amplio y detallado del M.P. “Mitis Iudex Dominus Iesus”, el cual muestra con detenimiento las finalidades que el Santo Padre desea alcanzar con el mismo dentro de los procesos, las novedades que aporta y todo ello explicado dentro de un leguaje ágil de profesor que sabe transmitir con una gran experiencia. Los que hemos escuchado muchas veces al profesor García Faílde echamos en falta una conclusión sobre las posibles limitaciones del mismo, que no ha dudado en resaltar en sus conferencias y que hubieran servido en esta magna obra como colofón a un gran estudio.
Es muy de agradecer los apéndices con todo tipo de formularios que hacen de la obra un libro necesario en todas las sedes de los tribunales eclesiásticos.
En definitiva una obra, como digo, imprescindible en las sedes de los tribunales y en las bibliotecas de los centros de estudio, no sólo en las facultades de derecho canónico sino en los centros teológicos en los que como indica la reciente Instrucción sobre los estudios de derecho canónico de 27 de abril, se deben potenciar el conocimiento del proceso matrimonial canónico no sólo para especialistas sino entre aquellos que de alguna manera pueden ser agentes canónicos que ayuden a los fieles en situación irregular a acercarse a los procesos matrimoniales.
Felicitamos nuevamente al autor y a la editorial por la edición de tan magna obra y esperamos que haya sido acogida como bien se merece, una obra tan importante.
García Failde J.J., Nuevo tratado de derecho procesal canónico (Código de Derecho Canónico, Instrucción “Dignitas Connubii” M.P. “Mitis Iudex Dominus Iesus”), Ediciones Universidad San Dámaso, Madrid 2018, 960 pp., 17x24 cm.
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