Vaya semana que llevamos con ETA y sus acólitos, primero con una reunión de personas ajenas a la realidad española que vienen a hacerse una foto y a decir que buena es la paz, como si eso no lo supiésemos sin necesidad que nos lo digan. Y ayer segundo paso de esta obra de teatro de tercera a la que nos invitan a la sociedad española, con la declaración de los asesinos de ETA, que nadie se olvide que son delincuentes, que no son luchadores por la libertad.
Pero en todo este teatro se han olvidado de invitar a la Iglesia que hasta ahora siempre aparecía en todas estas fotos y declaraciones, quizás porque algo ha cambiado en la Iglesia vasca. Indudablemente que la Iglesia de las tres provincias de vascongadas y Navarra ha cambiado, lejos quedan las medias declaraciones y el considerar como víctimas a todos, se sigue trabajando por la paz pero algo más al lado del que sufre que de aquel que causa el sufrimiento, pero todavía falta un largo camino.
No cabe duda que esta posición de claridad, no es tan nítida, y esa “mediocridad” es la que hace que en este proceso de paz se hayan olvidado de invitar a la Iglesia, si como institución no representa nada ni a nadie no cabe duda que no puede aparecer como elemento representativo para la búsqueda de la solución de paz y convivencia tranquila y armoniosa entre el pueblo y en la sociedad rota por el terror y en la que mucha gente ha tenido que abandonar sus casas o llorar a sus muertos.
La Iglesia se equivocó al estar al lado de ETA como solución para buscar la democracia, pero mayor fue su error cuando no supo aprovechar su posición de privilegio para haber zanjado el problema del terrorismo cuando ella podía y tenía la fuerza y autoridad moral para conseguirlo. El pueblo vasco tiene entre sus grandes cosas que es un pueblo que obedece y que siente su pertenencia a la Iglesia, al menos así era, pero muchos años de presencia eclesial equivocada han conducido a la situación actual en el que la Iglesia no representa nada y ha sido dejada a un lado en todo este proceso de reconciliación.
Esperemos, que este tiempo de cambio sea un momento de renacimiento para la sociedad e Iglesia vasca y española y de un modo especial que estos cambios afecten a la Iglesia vasca para bien y le hagan recuperar el sitio que siempre tuvo en medio de aquella sociedad.
Cuánta razón Miguel Ángel... la Iglesia en el País Vasco (que no vasca, es universal) ha utilizado en demasiadas ocasiones frases como "la violencia venga de donde venga", para amparar a las víctimas de ETA y a la vez a esos "pobres chicos que ponen bombas contra el estado opresor". No han sido pocas veces las que ha habido que hacer funerales a escondidas a guardias civiles asesinados y no son menos numerosas, las veces que el que fuera Obispo de San Sebastián, Mons. Setién rechazara celebrar funerales por víctimas de ETA.
ResponderEliminarTodo esto ha llevado a que los terroristas y sus acólitos sigan sin pisar una iglesia (sería como echar agua bendita al demonio), pero además, que muchos creyentes ante la deriva nacionalista de la iglesia, se hayan alejado de ella. Todo esto ha empezado a corregirse, con la llegada de Mons. Munilla y Mons. Iceta a las Diócesis de San Sebastián y Bilbao, pero ahora son los propios curas los que se revelan y firman manifiestos contra sus obispos. Parece que eso de "la Comunión de los santos" les coge un poco lejos...
En resumen, la Iglesia en Euskadi ha mirado demasiadas veces hacia otro lado y ha dejado abandonadas a las víctimas del terrorismo a su suerte, mientras que daba covijo a los terroristas en las iglesias para que no los encontrara la policía (en el Santuario de Aránzazu saben bastante de esto...).
Que ETA nació al amparo de la Iglesia (no solo la vasca) , no es nuevo, lo triste es que hayan tardado tanto en reaccionar , si es que lo han hecho.
ResponderEliminarPaz y Bien un abrazo F.Miguel Ángel.
ResponderEliminarF.Miguel Ángel, creo que hoy te falta una gran humildad y caridad para poder reconocer que la Iglesia Española no ha querido mojarse, solo a sabido tirar piedras en el tejado del vecino, es facil criticar, es fácil juzgar pero que difícil es actuar. La Iglesia Española mucho bla.. bla..bla... pero todos bien pegaditos en su respectivo campanar, esto no es ser católico ni franciscano, así que si la Iglesia Vasca actuó mal la Española aún lo hizo peor pq viendo lo que sucedía solo supo acomodarse en un buen sofá.
Paz y Bien F.Miguel´Ángel, un abrazo.
xesca.