Vengo a presentar un libro que considero puede ser muy útil en nuestra vida de cristianos. Se trata de la obra de José María Quintana Cabanas "La espiritualidad cristiana" de la editorial San Pablo.
Como nos indican ya desde la introducción es un libro con una base pedagógica, con lo cual nos está enseñando a vivir lo que es la verdadera espiritualidad cristiana. Espiritualidad que nace de la gracia y asciende hacia la perfección cristiana, pasando por todos los estratos de una vida de fe, incluido el calvario.
No es un libro contra las espiritualidades que fomentan la espiritualidad oriental, mezclándola con la cristiana, es más bien un retorno a lo que debe ser la búsqueda de la perfección cristiana.
Para ello el autor, tras presentarnos una visión muy clarificadora de la espiritualidad en general, y como ésta se encuentra presente en todas las religiones y formas de pensamiento, desciende a lo que va a ser el núcleo del libro, la espiritualidad que nace de la gracia bautismal.
En dicho camino de perfección es necesaria la oración, dándole el valor que en sí misma tiene y mostrando que la oración tiene diversas formas de darse, todas ellas válidas y como no están en función de las modas o de las corrientes que se lleven en cada momento.
Está oración debe ir acompañada de unas actitudes personales en las que uno debe intentar conocerse para valorar lo positivo que llevamos y dejar crecer en nuestro interior la presencia de Dios, fomentando el recogimiento interior que tiene también una expresión exterior.
En la tercera parte de la obra el autor nos habla de la cima de la perfección cristiana que es la mística, donde se alcanza el encuentro de Dios con el alma humana. Refuerza el autor la necesidad de la contemplación como expresión de esa unión con Dios que transforma a la persona.
No duda el autor también en señalar las luces y sombras que tiene la mística tanto a nivel práctico como doctrinal, sobre todo cuando confundimos lo que significa el encuentro de Dios con la búsqueda de nuestro propio yo al que llegamos a hacer diosecillo hacia el que nos elevamos.
En definitiva una obra en la que no se renuncia a nada pero se aconseja la vuelta a la propia espiritualidad del cristianismo sin necesidad de mistificar el zen u otras religiones orientales que pueden llevar al relativismo y la confusión. Os recomiendo su lectura.
No es un libro contra las espiritualidades que fomentan la espiritualidad oriental, mezclándola con la cristiana, es más bien un retorno a lo que debe ser la búsqueda de la perfección cristiana.
Para ello el autor, tras presentarnos una visión muy clarificadora de la espiritualidad en general, y como ésta se encuentra presente en todas las religiones y formas de pensamiento, desciende a lo que va a ser el núcleo del libro, la espiritualidad que nace de la gracia bautismal.
En dicho camino de perfección es necesaria la oración, dándole el valor que en sí misma tiene y mostrando que la oración tiene diversas formas de darse, todas ellas válidas y como no están en función de las modas o de las corrientes que se lleven en cada momento.
Está oración debe ir acompañada de unas actitudes personales en las que uno debe intentar conocerse para valorar lo positivo que llevamos y dejar crecer en nuestro interior la presencia de Dios, fomentando el recogimiento interior que tiene también una expresión exterior.
En la tercera parte de la obra el autor nos habla de la cima de la perfección cristiana que es la mística, donde se alcanza el encuentro de Dios con el alma humana. Refuerza el autor la necesidad de la contemplación como expresión de esa unión con Dios que transforma a la persona.
No duda el autor también en señalar las luces y sombras que tiene la mística tanto a nivel práctico como doctrinal, sobre todo cuando confundimos lo que significa el encuentro de Dios con la búsqueda de nuestro propio yo al que llegamos a hacer diosecillo hacia el que nos elevamos.
En definitiva una obra en la que no se renuncia a nada pero se aconseja la vuelta a la propia espiritualidad del cristianismo sin necesidad de mistificar el zen u otras religiones orientales que pueden llevar al relativismo y la confusión. Os recomiendo su lectura.
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