(Publicado en Religión Digital el día 8 de agosto de 2009)
Iniciábamos el período veraniego con la noticia de algunas dimisiones en los órganos de gobierno de CONFER, como entrabamos en verano, aquello ha quedado en espera, hasta el inicio del nuevo curso. Sin embargo, la situación que vive CONFER nos plantea a los religiosos, una cuestión: ¿Verdaderamente CONFER nacional representa a los religiosos?.
Podemos decir que la Vida Religiosa en España no está en su mejor momento vocacional, ni aquí ni en toda Europa, pero eso no significa que dicho estado de vida haya perdido su puesto en la sociedad o en la Iglesia.
Muchos son todavía los colegios cuya entidad titular la siguen manteniendo los religiosos, y no podemos olvidar la gran colaboración que los centros dan a los padres en la educación no sólo intelectual sino en valores y comportamientos ciudadanos y cristianos.
En un período de crisis como el que vivimos son los comedores sociales, llevados en su mayoría por religiosos, en muchos casos sin ayuda de los gobiernos y municipios, los que están saciando el hambre de muchas personas que de otra forma no podrían comer nada al cabo del día, y no hablo solo de emigrantes, sino vecinos nuestros de toda la vida.
Si hablamos de ayuda a drogadictos o enfermos terminales somos los religiosos los que, con la ayuda de muchos voluntarios seglares, dedican muchas horas del día a ayudar a salir de la droga y la marginalidad a muchos jóvenes y mayores.
Hay otros muchos ejemplos de acción social que si no fuesen por los religiosos, pocos en número pero grandes en trabajo, llevan a cabo, y hacen que la Vida Religiosa esté presente en medio de los sufrimientos de nuestro mundo.
Pero la Vida Religiosa no es sólo acción social, no es una ONG, es presencia viva de Cristo Resucitado. Todo lo anterior lo hacen los religiosos porque han entregado su vida al seguimiento de Cristo, oran en comunidad, viven con ella, y se entregan al mundo desde ella. Es esa oración y esa vida la que diferencia a los religiosos de una ONG.
Las iglesias de los religiosos, en su mayoría, son lugares donde la liturgia de la celebración de la Eucaristía, se hace desde la sencillez y el bien hacer. No podemos olvidar que la liturgia es para el pueblo y no necesita ni de grandes vestimentas o celebraciones de espaldas al pueblo y ajenos a él, ni de un relativismo excesivo donde se confunda al sacerdote con el pueblo. La liturgia que el pueblo pide es la que se celebra en la sencillez pero a la vez se prepara bien todos los momentos de la celebración donde se recibe a Cristo en la Eucaristía. En muchos templos de religiosos se celebran de esta manera y los fieles acuden a ellas, e incluso se confiesan.
Esta es la Vida Religiosa, por eso surge la cuestión de si CONFER representa a este estado de vida. Debería serlo, y sin embargo está muy lejos de representar a los religiosos. No se trata de decir que desde los obispos pretenden dividir CONFER, hay que recomponer la institución desde su interior, por los mismos religiosos, hay que escuchar a las entidades regionales para conocer sus realidades, tanto las que se hacen bien como aquellas donde se encuentra trabas para poderlas realizar. No tienen la misma facilidad un colegio religioso en Murcia que en Andalucía o Castilla la Mancha.
CONFER no puede ser únicamente un órgano donde se hagan reflexiones personales que en muchos casos son ajenas al 75 % de los religiosos. La Iglesia necesita de la Vida Religiosa, pero al revés también, por tanto es necesario volver al diálogo con la cabeza de la misma. Se necesita revitalizar la comisión mixta, de cara a evitar lamentables situaciones como las que se han vivido con “Educación para la ciudadanía”, donde faltó sobre todo diálogo.
En definitiva, CONFER necesita un nuevo impulso y desde una visión positiva una importante reforma para ser reflejo de lo que es la Vida Religiosa en España.
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